Y también funcionan para esos traders experimentados!!!
Últimamente he estado conversando con muchos de nuestros alumnos de PROFIT, que ya son nuevos traders en pleno desarrollo, haciendo un trabajo individualizado con ellos y también participando en algunas conferencias que cubren una amplia gama de temas con diversas experiencias y grados de sofisticación en las inversiones. Ver a la gente comenzar desde el comienzo de nuestra disciplina me ha hecho pensar profundamente sobre muchas cosas que damos por hecho. Luego, alguien me hizo una simple pregunta: ¿qué consejo le darías a un trader que acaba de comenzar?
Por supuesto, lo primero que se me vino a la mente es la importancia de tener una ventaja real, esquivar a los habladores (tanto con buenas intenciones como sin ella), y empezar haciendo pequeñas operaciones cuando se inicia en este tema. Pero la realidad es que esto lo puedo escuchar de cualquiera y seguramente lo puedo leer en internet con solo buscar en Google.
Ahora bien, ¿Qué puedo darle a ese nuevo trader que no encontrarán en ningún otro lado? Pasé unas semanas pensando en esto días de volatilidad en la Bolsa y tengo una primera propuesta puntual
¿Eres trader o un apostador?
Es fácil abordar esta cuestión con una actitud crítica, impulsada por décadas de aprendizaje para gestionar los riesgos como un operador activo. Sin embargo, ¿qué pasa si alguien quiere poner un poco de dinero en el mercado y comprar boletos de lotería? ¿Eso está tan mal? Creo que hay un lugar para este tipo de actividad: abrir una pequeña cuenta (para usted), comprar algunas acciones de centavo, colocar algunas posiciones calls o en puts (mínimamente apalancado).
La realidad es que tus posibilidades de éxito a largo plazo con este enfoque son muy pequeñas; es mejor que compres boletos de lotería. Esto no es, en mi opinión, un negocio. Hacer trade se trata de trabajar con una ventaja real aprovechando el análisis y lectura adecuada del mercado, haciendo inversiones pequeñas y, posiblemente, aburridas una y otra vez en alineación con tu propia estrategia. Evitando sobre todas las cosas, a los fanfarrones de las redes sociales, esos que te hacen creer en ilusiones que no existen.