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Se trata de hacer conexión de valor no de vender

La forma en que los consumidores interactúan con las marcas ha evolucionado considerablemente. Antes, el viaje del consumidor se asemejaba a un embudo tradicional: una persona descubría una marca, investigaba sobre ella y, finalmente, realizaba una compra. Este modelo, que solía ser la base del marketing, estaba arraigado en un mundo donde el acceso a la información era limitado, y las marcas dependían en gran medida de costosas estrategias publicitarias para ser visibles.

No obstante, el escenario ha cambiado radicalmente. Ahora, nos enfrentamos a un panorama en el que el proceso de compra se ha transformado en un ciclo continuo, influenciado por la accesibilidad masiva a la información. El comportamiento del consumidor ha adoptado una forma más circular, desviándose del tradicional embudo de ventas.

Anteriormente, las marcas dependían de anuncios televisivos costosos, vallas publicitarias en las calles, panfletos y anuncios de radio para captar la atención del consumidor. Sin embargo, en la actualidad, la promoción de una marca se ha democratizado enormemente. Se trata de revolucionar tu embudo para, por ejemplo que una empresa puede invertir una cantidad mínima en plataformas como Facebook, YouTube, TIK-TOK o Instagram para promocionarse. Esta flexibilidad permite a las marcas ajustar sus estrategias publicitarias a su medida, invirtiendo desde unos pocos dólares hasta cantidades más considerables, sin depender de un presupuesto masivo.

El viaje del consumidor moderno está marcado por una mayor libertad de elección y una búsqueda activa de información. Al encontrarse con una marca, el consumidor tiene la capacidad de realizar comparaciones, buscar reseñas, evaluar la confiabilidad del e-commerce y comunicarse directamente con la marca. Este acceso a información instantánea ha revolucionado el proceso de compra, convirtiéndolo en un ciclo con fases menos lineales y más interconectadas.

El embudo de ventas tradicional ha dado paso a un modelo más centrado en el establecimiento de relaciones duraderas con los clientes potenciales. Ya no se trata de simplemente llevar al consumidor de una etapa a la siguiente hasta la compra, sino de involucrarlos en un diálogo significativo en cada paso del camino. El foco ahora está en crear conexiones auténticas y relevantes con los consumidores, construyendo confianza y lealtad a largo plazo.

Recordemos que las estrategias tradicionales ya no son tan efectivas. En este nuevo paradigma, la prioridad radica en generar relaciones auténticas con los clientes potenciales. Solo a través de esta conexión genuina podremos adaptarnos y tener éxito en este paisaje cambiante del mercado.

Acerca de EL PRIMER PISO

Somos una boutique que aborda los asuntos con visión de COMUNICACIONES DE MERCADEO. Ofrecemos soluciones integrales en comunicaciones y marketing digital, creando conexiones duraderas entre las empresas y sus audiencias, con innovación y experiencia, adaptándonos a tus requerimientos y presupuesto.

Hemos ayudado a empresas de distintos sectores en buscarle soluciones a sus necesidades para generar engagement con sus audiencias a través de conexiones de valor.

¿Qué es una conexión de valor?

Una conexión de valor en las redes sociales se refiere a una interacción significativa que aporta beneficios, información relevante o experiencias positivas a los usuarios. Esta conexión no solo se basa en la cantidad de interacciones, sino en el contenido útil, relevante o emocionalmente significativo que se comparte, generando un impacto positivo en la audiencia. Ofrece beneficios, soluciones a problemas, entretenimiento o contenido que resuena con los intereses y necesidades del público, fortaleciendo la relación entre el usuario y la marca, persona o entidad que comparte dicho contenido.